¿Por qué no puedo dar el uso que yo quiera a mi inmueble?
Cada edificación está diseñada y calculada únicamente para el uso/usos para el que está pensado. No son las mismas exigencias las que se le piden a una vivienda, que a una oficina, que a un local comercial, que a un teatro.
Y aunque parece evidente en algunos casos, como en el último nombrado, por su configuración espacial, hay casos que pueden inducir a error pensando que manteniendo el cerramiento únicamente, en el interior se podrá hacer lo que se necesite.
Y no se tiene en consideración que ese edificio o espacio nos está dando unas prestaciones distintas a las que necesitamos, y pueden haber incompatibilidades con las que sí necesitaríamos, a nivel de seguridad y/o a nivel de habitabilidad.
¿Qué es un cambio de uso de un inmueble?
Un cambio de uso es un cambio de utilización de un espacio o un edificio. Por ejemplo, reformar un local comercial en planta baja para convertirlo en vivienda, es un cambio de uso. Utilizar un balcón como jardín y poner una piscina, no es un cambio de uso, es un mal uso de un espacio.
Trámites administrativos para un cambio de uso de un inmueble
Lo primero que hay que hacer es solicitar una licencia de cambio de uso. Es considerada como obra mayor y necesita de un proyecto de arquitectura visado y firmado por un arquitecto/a.
Para solicitar la licencia, en el proyecto básico se justifica el cumplimiento tanto de la normativa municipal, como el cte, una vez reformado.
Una vez concedida la licencia se presentará un proyecto de reforma, que éste ya puede ser considerado obra mayor u obra menor, según te asesore el técnico.
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